9. PLAGAS Y ENFERMEDADES. CONTROL. 
Muchos esfuerzos se han realizado en el sentido de introducir las  técnicas agronómicas que comprenden el control de malezas, plagas y  enfermedades. Actualmente se dispone de paquetes tecnológicos que  permiten minimizar los efectos de estos factores limitantes en la  producción. Los efectos de las malezas son bien conocidos por los  caficultores, quienes se limitan en su mayoría a efectuar dos paleos  anuales. Con el 
creciente costo y escasez de la mano de obra, es  necesario buscar la alternativa más económica y la que cause el menor  daño a las condiciones ambientales.
La incidencia de plagas en el cafeto es muy variada, las palomillas,  escamas y nematodos atacan el sistema radical; los cortadores y  taladradores, el tallo y las ramas; los cortadores y chupadores, las  hojas y la broca, algunos frutos.
Estas plagas presentan muchos rangos de variación. Por ejemplo, el  minador de la hoja es más común en la época de sequía, mientras que los  cóccidos radicales lo son en la época de lluvias. La edad de la planta  tiene su influencia, las plantas jóvenes posiblemente son más  susceptibles a las escamas que las adultas. Otra relación son las  características varietales; así, los arábicos compactos son más  susceptibles a las escamas, áfidos, palomillas y nematodos, mientras que  Canephora ha demostrado cierta tolerancia a plagas del sistema radical.
La amenaza de la broca demandará una mayor eficiencia y  tecnificación de las plantaciones, haciendo que el cultivo sea más  rentable, de tal manera que permita cubrir los gastos ocasionados por el  control fitosanitario.
Dentro del problema enfermedades, las más importantes por la severidad  de las infecciones son: la roya, cercospora, llaga negra, antracnosis,  phoma, y otras como ojo de gallo y mal de hilachas que están ligadas a  las condiciones ambientales. Recientemente fue señalada la mancha  rosada.
Conviene indicar que el uso de productos químicos en los controles  fitosanitarios rompe el equilibrio biológico del medio ambiente. Existen  microorganismos e insectos benéficos que contribuyen al control  natural, procurando hacer un uso mínimo de productos químicos.
Plagas: insectos-plagas 
  Escamas
Escama verde (Coccus viridis Green); escama coma (Lepidosaphes beckii); escama globosa (Saissetia hemisphaerica); escama algodonosa (Icerya purchasi); chinche harinosa (Pseudococcus sp.).Control: aplicar los siguientes productos: Lebaycid: 2 cc/l de agua; Dimecroa: 1 cc/l de agua; Basudín: 1 cc/l de agua.
  Cortador o rosquillo(Feltia sp.); Agrotis repleta; Laphyma frugiperda; Prodenia eridania y P. latisfalcia.
Control: para la preparación de cebos envenenados: mezcle 60 kg de afredo, 15 l de agua, 1 l de insecticida y 2 kg de melaza.
  Bachacos (Atta sp.)
Control: use A.C. Mirex (cebo envenenado), producto listo para aplicar  en dosis de 25 a 250 g por bachaquero. Se esparce por los caminos más  transitados por los bachacos.
  Palomillas
Atacan con preferencia las raíces de los cafetos y también las de los  guamos, cambures, crotolarias, quinchoncho y malezas. Son insectos  chupadores de poca movilidad que viven en simbiosis con las hormigas.  Las palomillas pueden causar la muerte a los cafetos.
Control: colocar pastillas de fosfuro de aluminio, bajo nombres  comerciales de Gastión y Phostoxín. Las pastillas se introducen en  orificios de 10 a 30 cm de profundidad, según el tamaño de los cafetos y  en las cercanías de las raíces se aplican de una a cuatro pastillas.
También se pueden aplicar los insecticidas siguientes: Lebaycid EC 2,5  cc/l de agua; Nuvacrón 60 EC 2,5 cc/l de agua; Basudín 1 cc/l de agua,  en la base de la planta o en sus alrededores, palanqueando para  favorecer la penetración del insecticida (aplicar 2 l de solución por  hoyo).
Los productos aplicados en el platón pueden ser: Furadán (5 g/hoyo) y Temik 1026 (20 g/hoyo).
Nematodos
Están diseminados en todas las zonas cafetaleras, su propagación está  relacionada con el uso de materiales infestados. Algunas especies de Meloidogyne han sido citadas como patógenos sobre cafetales (Carneiro et al, 1996; Zhang, 1995).
Control: en plantaciones adultas debe efectuarse el platoneo para la  aplicación de nematicidas. Las aplicaciones se hacen dos veces al año  (abril-mayo), con uno de los siguientes nematicidas: Furadán 10 G, en  dosis de 5 a 15 g/hoyo y Temick 10 G, a razón de 5 a 15 g/hoyo.
Minador (Perileucoptera coffeela Green)
Es la larva de una mariposa pequeña que ataca la hoja en la cual hace  galerías o minas. La plaga es mucho más dañina a plena exposición solar,  en zonas por debajo de 1.000 msnm y en época de verano.
Las continuas aplicaciones de productos cúpricos han producido condiciones favorables para los ataques del minador.
Control: se hacen aplicaciones de 300 l/ha, usando asperjadora de  espalda, usando los siguientes productos comerciales: Lebaycid 50% CE,  de 0,8 a 1,2 l/ha; Lorban 4E. LE, de 1,0 a 1,5 l/ha; Dimethoato 40% CE,  de 0,8 a 1,2 l/ha; Bidrín 50 S. LE, de 1,0 a 1,5 l/ha; Cyolane 250 ELE,  de 1,0 a 1,5 l/ha; Belmark 200 cc en 300 l/ha; Decis 2,5 CE, de 200 cc  en 300 l/hectárea.
Los insecticidas granulados Furadán 5% y Temik aplicados al suelo en  el platón, en dosis de 20 a 40 g, han dado buenos resultados. Las dosis  varían según la edad de la planta.
  Enfermedades 
 Roya del cafeto (Hemileia vastatrix Berk & Br.)
Esta enfermedad se caracteriza por producir manchas en las hojas, las  cuales se tornan de color amarillo, anaranjado y por debajo de ellas se  observa un polvillo de color naranja, que es el síntoma característico  de la enfermedad.
Control: para combatir esta enfermedad se usa control químico,  efectuando de tres a cinco aplicaciones a partir de la entrada de  lluvias, con intervalos de 30 días. Se realizan aspersiones con  productos que tienen como base oxicloruro de cobre 50%, en dosis de 3  kg/ha, con volumen de 300 a 400 l de agua. También se usan los  fungicidas basados en óxido cuproso y otros como el caldo bordelés y el  caldo vicosa.
Algunos ensayos de campo confirman que las aplicaciones con fungicidas  a base de cobre pueden tener un efecto tónico sobre el cultivo,  tornándose las hojas de un color verde oscuro cuando las plantas están  todavía en el estado juvenil. Sin embargo un aplicación excesiva de  estos compuestos puede tener efecto depresivos en el desarrollo  radicular de los jóvenes cafetos (Pavan et al, 1995). Además  parece demostrado que la acumulación de cobre en el suelo debida a las  continuas aplicaciones, afecta profundamente al mismo de manera que el  proceso de mineralización de la materia orgánica se ve reducido, y en  consecuencia, aumenta el carbón orgánico, Ca, Mg y el pH del suelo, disminuyendo los niveles de Al y P (Pavan et al, 1994).
También se puede controlar con aplicaciones al suelo de productos  cúpricos más orgánicos como los ditiocarbomatos, alternados o en  mezclas, igualmente fungicidas sistémicos: triadimefon (Bayletón) 25%  PM; triadimenol (Bafidan); propiconazol (Tilt) y granulados como  Triadifon, Triadáimenol.
  Cercospora (Cercospora coffeicola)
Es una enfermedad de amplia distribución en todas las zonas  cafetaleras que afecta hojas, granos sobre plantas de todas las edades,  con mayor incidencia en viveros y plantaciones sin fertilizar. En  plantas afectadas causa defoliación y disminución notable y pérdida de  la calidad del grano.
Control: como prevención es obligante el uso de fertilizantes. El  control a nivel de viveros debe ser preventivo, pudiendo usar uno de los  siguientes fungicidas: Antracol, Manzate, Dithane M-45 y Zinc, en dosis  de 300 g/100 l de agua. Agregar 50 cc de adherente.
Además de los productos indicos para viveros, en plantaciones adultas  pueden usarse fungicidas cúpricos (oxicloruro de cobre) en una solución  de 500 g del producto en 100 l de agua, más 50 cc de adherente.  Asimismo, fungicidas elaborados con óxido cuproso y otros como el caldo  bordelés y el caldo vicosa. El Benlate, a razón de 60 g disueltos en 100  l de agua más 50 cc de adherente.
El Daconil y el Difolatán se pueden usar en dosis de 500 g disueltos  en 100 l de agua, más 50 cc de adherente. Tilt al 0,1% también se puede  aplicar.
  Antracnosis (Colletotrichum coffeanum)
Considerada esencialmente una enfermedad de los frutos. Las lluvias  son un factor determinante de la aparición de la enfermedad, la  precipitación no sólo regula la producción y diseminación de las  esporas, sino que también induce la floración del cafeto y en  consecuencia, la cosecha. Normalmente, una plantación no puede producir  dos floraciones, que coincidan con las lluvias. Como el período entre  floración y madurez del fruto dura de siete a nueve meses, las cosechas  se superponen. Esta circunstancia trae como consecuencia dos efectos:  primero, el período de susceptibilidad de las cerezas se extiende  considerablemente y segundo, la infección de una cosecha a otra  constituye un riesgo todavía mayor.
Estudios recientes revelan, además, que aquellas variedades de  semillas con mayor contenido en cafeína pueden desarrollar una mayor  resistencia durante los primeros estadios de la germinación, y en estado  plántula, mostrando dichos cultivares un mayor desarrollo inicial y una  mayor resistencia de los hipocotilos al ataque del patógeno (Biratu et al,  1996). Los últimos trabajos sobre esta enfermedad se encaminan a la  identificación de genotipos con una gran resistencia a esta enfermedad,  habiéndose desarrollado protocolos in vitro para la obtención de los  dichos genotipos. Estos protocolos permiten identificar “in vitro” y  rápidamente, genotipos altamente resistentes o con diferentes grados de  tolerancia (Nyange et al, 1995). El principal problema de estos  avance reside en la variabilidad genética, o la capacidad de mutación  del patógeno, que rápidamente consigue establecerse de nuevo en los  cafetales. Dentro de un mismo cafetal podemos encontrarnos con aislados  del hongo más o menos virulentos con el cultivo, todo lo cual nos obliga  a continuar con la mejora genética para conseguir una mayor tolerancia  al patógeno (Beynon et al, 1995). Algunos de estos aislados han  resultado ser altamente resistentes a los productos usados  tradicionalmente para su control (Mwangombe, 1994).
No obstante estos inconvenientes se han obtenido algunas variedades resistentes (Omondi, 1994).
Control: los ensayos conducidos por la Estación Experimental Táchira  nos indican que los productos comerciales Benlate, Daconil o Difolatán,  suministrados en dosis de 60 y 500 g/100 l de agua, respectivamente, son  efectivos en este tipo de control. Se recomienda aplicar estos  productos solos o combinados con fosfato diamónico, en dosis de 2 kg por  cada 100 litros. Es contraindicado usar productos cúpricos.
  Ojo de gallo (Mycena citricolor Berk y Court. Sacc)
Las plantas afectadas presentan síntomas en hojas, ramas y frutos.  Esta enfermedad prospera en condiciones de alta humedad y baja  temperatura, zonas nubladas, exceso de sombra y clima templado.
Control: regularizar la sombra, mediante entresaques y podas. El  control químico puede realizarse con oxicloruro de cobre al 50%, Dacomil  dosificado en 500 g/100 l de agua. También se recomienda Urbacid  diluyendo de 30 a 40 g/100 l de agua y 50 cc de adherente.
  Phoma, quema o derrite (Phoma costarricensis)
Afecta cafetos por encima de 1.200 msnm, ubicados en zon as de alta humedad ambiental y áreas nubladas.
Control: para controlar esta enfermedad se usan productos como Captan  (orthocide 50) en dosis de 450 g/100 l de agua, más 50 cc de adherente;  Benlate en dosis de 60 g/100 l de agua, y Difolatán en dosis de 500  g/100 l de agua.
Mal de hilachas o koleroga (Pellicularia koleroga)
Enfermedad que afecta a los cafetales sembrados en zonas bajas, temperaturas altas, sombrío denso y alta humedad permanente.
Control: para combatir esta enfermedad se usan productos basados en  oxicloruro de cobre a 50%, en dosis de 500 g/100 l de agua y Benlate en  dosis de 60 g/100 l de agua.
Mancha mantecosa (Colletotrichum sp.)
Esta enfermedad se presenta en forma aislada y es un enemigo potencial de las buenas cosechas.
Control: se aplica el mismo control químico que se indica para combatir la antracnosis.
  Mal rosado (Corticium salmonicolor)
Es una enfermedad esporádica en nuestro país, por lo cual no se considera de gran importancia en el cultivo.
Control: se puede controlar mediante la eliminación de parte enfermas.  El control químico se puede efectuar con oxicloruro de cobre al 50%, en  dosis de 500 g/100 l de agua y agregándole 50 cc de adherente.
  Mal del talluelo o sancocho
Enfermedad que frecuentemente se puede presentar en germinadores y  viveros. Infecta las plantitas en los germinadores, fosforito o chapola y  puede llegar a ocasionar pérdidas de 50, 60 y 75 por ciento.
Control: para su control hay que proceder desinfectando los  germinadores con Basamid, dosificando 50 g/m2 y colocando arena en el  fondo. Para efectuar la siembra debe esperarse un mínimo de ocho días.
Otra alternativa puede ser soterrando la semilla y regando 10 litros  por metro cuadrado germinado, con una solución de Dithane M-45 o  Antracol. No deben usarse productos cúpricos, porque se corre el riesgo  de atrofia y deformaciones. También afecta el crecimiento.
  Mancha circular de la hoja (Sclerotium coffeanum)
Esta enfermedad fue detectada por primera vez en Venezuela, por  investigadores del FONAIAP, en el distrito Escuque, estado Trujillo,  durante el año 1989, en plantaciones de café Caturra rojo y Catuaí  amarillo. Las plantaciones infectadas presentaban manchas de color  negro, distribuidas en bandas circulares concéntricas y mostraban  defoliación intensa.
  Llaga macana (Ceratocysty fimbriata)
Se localiza en la parte aérea del tallo, produce amarilleo, marchitez, colapso de las hojas y muerte del cafeto.
Control: en el momento de podar usar pasta bordelesa (una parte de  sulfato de cobre y seis partes de cal). La pasta se puede aplicar con  brocha. Otra manera de controlar puede ser arrancando las plantas  enfermas y quemarlas en el sitio, aplicando cal en el hoyo (2 kg/m2) y  posteriormente desinfectar las herramientas.
Igualmente se puede aplicar Brassicol, en dosis de 2 litros al 2% un mes antes de la resiembra.
  Llaga negra (Rosellinia bunodes)
Esta enfermedad aparece causando daño en la raíz, lugar donde aparecen manchas en forma de puntos negros.
Control: Cse aplica el mismo control que aparece señalado para la enfermedad denominada llaga macana.
  Llaga estrellada (Rosellinia pepo)
Esta enfermedad es un tanto similar a la anterior, pero las manchas aparecen en forma de estrella.
Control: se le aplica el mismo que para el caso de la llaga macana.
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